Este es un trabajo de investigación abierto. La Historia Urbana de Quilmes

miércoles, 9 de abril de 2008

De 1812 hasta 1852

(Situacion 3)
En fecha 14 de Agosto de 1812, por gestiones del protector de los naturales, el gobierno, declara el territorio cedido a la reducción, libre de toda clase de personas y lo reintegra a la propiedad del Estado, derogando todos los derechos y privilegios de que gozaban los pocos indios que aún quedaban y se encomienda al Coronel Don Pedro Andrés García para trazar el plano del pueblo.
Seguramente antes de agosto de 1815 se instala en la zona de Quilmes el primer saladero, De Roberto Taylor, luego de la Familia Clark. También en 1815 da inicio Las Higueritas, cerca del cementerio de Avellaneda, propiedad de Juan Manuel de Rosas.
. En 1818 se nombró al piloto agrimensor Don Francisco Mesura y a los comisionados Don Felipe Robles y Don Manuel Torres para delinear y repartir las tierras del Estado, que ocupa, a la extinguida reducción y siete años después, el agrimensor Linch traza el pueblo en la forma que hoy tiene, pero con 140 manzanas solamente, al que incorpora 72 chacras de 16 manzanas cada una en la zona oeste. El reparto se concluyó recién en 1838 pues, inicialmente, el interés por las parcelas fue escaso. El pueblo es una retícula amanzanada con 4 reservas para plazas, una de las cuales es la Mayor, frente a la cual se ubica la capilla. Las 72 chacras hacia el oeste se sitúan entre Zapiola y Amoedo, las vías y Donato Alvarez, discontinuándose en el curso de los arroyos Las Piedras y San Francisco. Ese damero es el que dará estructura al sistema de avenidas cada cuatro cuadras que caracteriza gran parte de Quilmes Oeste. Mas allá de Mosconi, el trazado original no fue respetado. Sin embargo el juego de perpendiculares y paralelas que nace desde Quilmes y que respetaba la división de las suertes de estancia, se impone en gran parte de la zona zur, desde Zapiola al parque Pereyra y desde el Río de la Plata hasta Ezeiza y Burzaco.
La orientación respecto a la salida y puesta del sol, difiere de la de Buenos Aires, decidida años atrás, antes de que se descubriera que la dirección este oeste y norte sur para las calles no era la mejor para un asoleamiento homogéneo para la mayor parte de las parcelas. Siguen la orientacion de Quilmes, San isidro y otros pueblos de la época en los que los trazados preexistentes aún no condiconaban el diseño. Posteriormente será el trazado ferroviario o los caminos principales los que decidan.
La incipiente traza urbana de 1818 producto del reparto de solares, chacras y estancias estableció un primer ordenamiento espacial. El paisaje modificado quedó sujeto a la traza fundacional que dio origen al pueblo quilmeño. A través de un accionar meditado se buscó las ventajas del terreno para emplazar el pueblo y facilitar su vida de relación. En ese reparto quedaron establecidos los sitios para la Plaza Mayor (hoy Plaza San Martín), la Cuadra para las casas de los Capitulares y Cárcel, la cuadra para la Iglesia -habitaciones de los Curas- y las Plazas de la Caridad (luego Plaza Falcón), de los Labradores (luego Plaza Wilde), y del Regocijo (ex Mercado Municipal).
La valorización del área fundacional estuvo dada cuando se dio comienzo a la apertura de calles y a la construcción de edificios públicos que sirvieron de marco estructural para la inserción de las crecientes funciones políticas y administrativas del Estado.[2]
En esta época, el Partido de Quilmes todavía no había adoptado su fisonomía característica. En la zona ya se emplazaban casa-quintas, ranchos y algunas casillas que hasta las más humildes viviendas disponían de cierto terreno cultivado.
En 1827 se crea la primera escuela, "a seis cuadras de la iglesia, calle de por medio con la última manzana del pueblo", lo que la ubicaría en dirección a la estación.. Tenía 25 alumnos en 1828.
En el censo de 1836, el partido de Quilmes contaba con 4500 habitantes, tercero en la provincia detrás de San Isidro y San Nicolás.
En 1839 se construye, en la esquina sudoeste de las actuales Rivadavia y Mitre, la primera casa de dos plantas.
El 4 de agosto de 1841 nace en la estancia Los 25 ombúes, el escritor Guillermo Enrique Hudson.
En cuanto a la capilla, ya el Padre Rivas había advertido hacia 1810 que su estado era ruinoso y resultaba imperioso iniciar las obras para un nuevo edificio. Pero hubo que esperar hasta 1835 para la colocación de la piedra fundamental. En 1847, doce años más tarde, se dieron por concluidas las obras. Según algunos testimonios de la época, el templo estaba ubicado sobre la actual calle Mitre, casi a mitad de cuadra. Fue construido con ladrillos de adobe cocido, con techo a media agua. Tres puertas se abrían en el frente y nueve ventanas vidrieras iluminaban el interior. Sobre uno de los muros exteriores se levantaban dos pilares en los que descansaban las dos campanas que convocarían al pueblo para los oficios y celebraciones. La iglesia tenía tres altares.

El viajero inglés William Mac Cann pasa por Quilmes en 1847 y describe " Hay una iglesia construida de ladrillo y junto a ella un cementerio... La villa se compone de una casa muy bonita y otras doce de aspecto común. En los alrededores y en pequeñas parcelas de terreno separadas unas de otras, se levantan los consabidos ranchos de paja y barro"
En 1850, por iniciativa de don Pedro de Bernal, los primeros pobladores en esa zona del partido. Uno de los primeros pobladores, Bagley, se istala en Zapiola esquina Dorrego.
El Señor Pedro Tasano, de origen genovés, se instala en Bernal entre los años 1845 y 1850 sobre el camino real (Avda. San Martín) y la actual calle Montevideo, en campos propiedad de la familia Urquizú. Inicia su explotación con grandes alfalfares siguiendo con variedad de hortalizas. Construyo para vivienda un rancho de ladrillo fabricados en el lugar y otro para escuela. El paraje era, en época de invierno, semi intransitable y los carros y chatas de transporte de alimentos, quedaban empantanados, lo mismo que carretas, debiendo acudir a la ayuda de los peones de Tasano para sacarlos de tan difícil situación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimado. Ante todo felicitarlo por tan arduo trabajo de reconstruccion historica. Y luego, sugerirle una correccion: hay en este texto referencias a que Melville Bagley construyo la casa de Zapiola y Dorrego en 1850 / 1855 o 1860. Las tres fechas son imposibles porque el citado Bagley arribó a la Argentina recien en 1862. Agreguese a esto que en 1850 apenas tenía 12 años de edad y en 1855 apenas 17. estoy trabajando en ese punto, si usted quisiera ponerse en contacto sera un placer. Atte. Guillermo - email: guax25@hotmail.com